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viernes, 27 de febrero de 2015

Dinastías Y Civilizaciones Relatos Cortos Relato Cuarentaidos:



El periodo de las cinco dinastías y diez reinos (chino simplificado: 代十国, chino tradicional: 五代十國, pinyin: wǔdàishíguó) o, abreviadamente, las Cinco Dinastías, fue una etapa de la historia de China que duró desde el 907 al 960.

Fue una época de inestabilidad política situada cronológicamente entre las dinastías Tang y Song. Durante este periodo, cinco dinastías se sucedieron rápidamente en el norte y más de una docena de estados independientes, principalmente en el sur, fueron creados, aunque solo diez de ellos son enumerados tradicionalmente, de aquí el nombre de los "nueve Reinos".

Las cinco dinastias son las siguientes:

    Dinastía Liang posterior (906-923)
    Dinastía Tang posterior (923-936)
    Dinastía Jin posterior (936-947)
    Dinastía Han posterior (947-951)
    Dinastía Zhou posterior (951-960)

Los diez reinos:

Wu, Wuyue, Min, Chu, Han meridional, Shu anterior, Shu posterior, Jingnan, Tang meridional, Han septentrional.




  Preparando el escenario:

Este periodo fue un resultado directo de la desintegración política al final de la dinastía Tang, que vio como el poder se escapaba de las manos del gobierno imperial hacia las de gobernadores militares regionales (jiedushi). La rebelión Huang Chao (875-884) también propinó un severo golpe a la autoridad del gobierno central. A principios del siglo 10, el gobierno central conservaba escaso control sobre los poderosos jiedushi, que eran de facto independientes.
El Norte:

Zhu Wen era el más poderoso militar de la época en el norte de China. Originalmente miembro del ejército rebelde de Huang Chao, se rindió a la dinastía Tang y fue un elemento crucial en la supresión de la rebelión. Por esto le fue dado el título de jiedushi de Xuanwu. Tras unos pocos años había consolidado su poder destruyendo a sus vecinos, y fue capaz de forzar el traslado de la capital imperial a Luoyang, que estaba bajo su control. En el 904 había hecho matar al emperador Zhaozong y había puesto a su hijo de trece años en el trono como un gobernante títere. Más tarde proclamó la fundación de la dinastía Liang posterior, con el mismo como emperador.

Por ese entonces, muchos de sus rivales habían declarado sus propios regímenes independientes, y no todos ellos reconocían a la nueva dinastía como señor supremo. Particularmente, Li Cunxu y Liu Shouguang se oponían al nuevo régimen, y lucharon por el control del norte de China. Li Cunxu en concreto tuvo bastante éxito. Después de derrotar en el 915 a Liu Shouguang (que había proclamado el imperio Yan en el 911), Li Cunxu se autoproclamó emperador en el 923 y, a los pocos meses, barrió el régimen de Liang posterior, reemplazándolo con la dinastía Tang posterior. Bajo su mando, la mayor parte del norte de China fue reunificado de nuevo, y en el 925 consiguió conquistar a Shu anterior, un régimen que había surgido en Sichuan.

La dinastía Tang posterior tuvo unos pocos años de calma relativa. Sin embargo, pronto la inquietud empezó a formarse de nuevo. En el 934 Sichuan se independizó de nuevo como Shu posterior. En el 936, Shi Jingtang, un jiedushi basado en Taiyuan, se rebeló con la ayuda del imperio kitán de Manchuria. En respuesta a su ayuda, Shi Jingtang prometió a los Kitán dieciséis prefecturas en el área de Yoyun (actual norte de la provincia de Heibei y Pekín) y un tributo anual. La rebelión tuvo éxito, y Shi Jingtang se convirtió en el emperador de la dinastía Jin posterior en ese mismo año.

Después de la fundación de Jin posterior, los kitán comenzaron a verles cada más como su apoderado en China. En el 943 decidieron tomar la tierra por sí mismos, y en el periodo de tres años habían llegado a la capital situada en Kaifeng, llevando a su fin a la dinastía Jin posterior. Sin embargo, fueron incapaces (o no tuvieron voluntad) de mantener las vastas tierras de China que habían conquistado, y retrocedieron al poco tiempo durante el transcurso del siguiente año.

Para llenar este vacío, un jiedushi llamado Liu Zhiyuan entró en la capital imperial en el 947, proclamando la dinastía Han posterior. Esta fue la dinastía de más corta vida de las cinco, puesto que un golpe en el 951 llevó a la entronización del general Guo Wei y al comienzo de la dinastía Zhou posterior. Sin embargo, Liu Chong, un miembro de la familia imperial de Han posterior, creó el régimen de Han septentrional en Taiyuan, y buscó la ayuda de Kitán para derrotar a Zhou posterior.

Después de la muerte de Guo Wei en el 951, su hijo adoptado Chai Rong le sucedió en el trono y comenzó a perseguir una política de expansión y reunificación. En el 954 derrotó a las fuerzas combinadas de Han septentrional y Kitán, acabando con sus esperanzas de destruir a Zhou posterior. Entre el 956 y el 958 Zhou posterior infligió severas derrotas a Tang meridional, la más poderosa dinastía en el sur de China, forzando a ceder todo el territorio al norte del río Yangzi. En el 959 Chai Rong atacó al imperio Kitán en una apuesta por recuperar los territorios cedidos durante la dinastía Jin posterior, y se apuntaron varias victorias antes de sucumbir a la enfermedad.

En el 960, el general Zhao Kuangyin perpretró un golpe y se apropió del trono, fundado la dinastía Song septentrional. Este hecho marca el fin oficial del periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos. En la dos décadas posteriores, Zhao Kuangyin y su sucesor Zhao Kaungyi derrotaron a todos los otros estados restantes que quedaban en China, conquistado a Han septentrional en el 979 y reunificando China completamente en el 982.


El Sur:


A diferencia del norte de China, donde las dinastías se sucedían una tras otra en rápida sucesión, los regímenes del sur de China existieron de forma más o menos concurrente, ciñéndose cada uno a un área geográfica específica.

Por el 920, Wu se había establecido en las provincias actuales de Jiangsu, Anhui y Jiangxi; Wuhue estaba establecido en su mayor parte en la provincia moderna de Zhejiang, Min en Fujian, Han meridional en Cantón, Chu en Hunan, Jingnan en Jianglin (provincia de Hubei) y Shu anterior en Sichuan. Sichuan cayó bajo el control del norte en el 925, pero en el 934 recuperó su independencia como Shu posterior. En el 937 Wu fue reemplazado por Tang meridional.

Aunque más estable en su totalidad que el norte de China, el sur también fue hecho pedazos por la guerra. Wu tuvo escaramuzas con sus vecinos en una tendencia que continuó según Wu era reemplazado por Tang meridional. En los 940 Min y Chu pasaron por crisis internas de las que Tang meridional rápidamente supo sacar provecho, destruyendo a Min en el 945 y a Chu en el 951 (pese a todo restos de Min y Chu sobrevivieron en la forma de Qingyuan Jiedushi y Wuping Jiedushi por muchos años). Con esto, Tang meridional se convirtió indiscutiblemente en el régimen más poderoso del sur de China. Sin embargo, fue incapaz de derrotar las incursiones de la dinastía Tang posterior entre el 956 y el 958, y rindió todas su tierras al norte del río Yangzi.




La dinastía Song septentrional, establecida en el 960, estaba determinada a reunificar China. Jingnang y Wuping fueron borrados del mapa en el 963, Shu posterior en el 965, Han meridional en el 971, Tang meridional en el 975. Finalmente, Wuyue y Qingyuan cedieron su territorio a los Song septentrionales en el 978, dejando a todo el sur de China bajo el control.




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