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lunes, 30 de junio de 2014

Zapato Alado: Los Tarahumacas....






hurachas con lo que corren los Rarámuri



Simplemente corrro para  llegar más pronto a un lugar, nunca entrenamos, siempre decimos para que nos vamos a cansar, no utilizamos playeros, nuestro calzado para correr esta hecho de de una banda de rodadura de un neumatico, somos como el zapato veloz, parecemos que estamos alados, muchos expresiones, muchas algunas veces las habremos escuchado?, algunas nos suenan otras no son tam tipicas, son las palabras de los Rarámuri ( los trarahumaca México).




Si bien la mayoría andan descalzos, algunos usan huaraches también de un diseño especial, con una tira que se enreda en el tobillo. Además, con la lana de sus borregos tejen gruesos sarapes para el frío.





De estatura mediana, muy fuertes, son pura musculatura, oscuros de piel, con el cabello negro, brillante y lacio, parecen forjados en hierro. Su porte es de dignidad y misterio, sus rostros, sobre todo los de las mujeres, son perfectamente ovalados, armónicos y parecen esculpidos en una avellana. Los tarahumaras son huidizos, poco comunicativos, sobre todo con los "chabochis" es decir, los blancos y los mestizos




Casa Tahumacas




Habiais oido hablar de ellos no?

Pues yo tampoco hasta que los he visto en un periodico deportivo en una entrevista que les hacian sobre los ultramaratones cosa que pocas veces corren

porque dicen que las distancias son cortas siempre quedan entre .los primeros y sin entrenar solo corriendo en su pueblo.




Voy a dedicarle hoy este post a estos increibles indigenas y a su historia los Tarahumaras en el sudoeste del estado de Chihuahua (65 mil Kn), en la sierra madre occidental, suman alrededor de 85.316 y el 90% de los Rarámuri se concentran en los municipios de Guachochis, Guadalupe, y Calvo, Batopilas, Carchi, Balleza, y Nonova en Colombia












Nos vamos a imaginar que vamos a correr un ultramaraton como lo hacen mucho de los rarámuris, correr, correr. Una prueba de ello y para conocerlos y descubrir el secrto de estos alados es lo que hicieron dos ultramartonianos Escobar Y fernández que corrieron la prueba de los "cañones" en Chihuanaestos tenian una profundidad de 1.800 metros, su inspiracion para conocer a estos pies descalzos como tambien se llaman ellos les vino del libro de "Nacios para correr" de Cristoher MC Dou Gal ( corresponsal de guerra. 

Calcemonos ya las hurachas ( calzado que utilizan para correr cogere mi lapiz y empezare por la historía de lo que hoy son sus ancestos los primeros pobladores. 

Como si de una prueba de ultramaraton se tratara vamos a imaginarnos un cañon en el del "barranco del cobre" (urique), que fue allí donde se reunieron 700 deportistas para la ultramaraton 500 de ellos eran Rarámuri el resto extranjeros (Estados Unidos , China, Japón, holanda, Y Argentina,


Yo ya cogo mi lapiz arranca el ultramaraton arranca, la historia de los Tarahumanas la historia de los corredores de pie y la de sus antepasados:

La historía:




Los rarámuri eran muy belicosos creían en la vida después de la muerte y en la existencia de seres benévolos malévolos, en los benévolos consideraban al sol, la luna , el médico, las serpientes y las piedras, que provocaban las lluvias y controlaban los animales que cazaban, entre los malévolos estaban los señores del inframundo que causaban la muerte.


En el 1606 es el primer contacto con los indígenas llevado a cabo por los jesuitas. La conquista y la evangelización de estas tierras en la época colonial se inicia con los "Chinipas",  que estaban muy relacionados con los guarijios, etnia considerada como la más fiera de la región. En 1632 llegan los religiosos a su pueblo la presencia de estos  provoca un levantamiento entre los pueblos indígenas que no están de acuerdo con la evangelización, esta revuelta la comanda el jefe "Combaneai" que termina con la muerte de dos jesuitas y a su vez origina un represión por el gobierno de La nueva España, muchos Guariscos huyen y se internan en la barranca de lo que es hoy el estado de Chihuahuca.




Estructura familiar, sociedad, estilo de vida:


En la estructura  familiar los padres utilizan un término diferente para referirse a sus hijos, a uno lo llama "nola"(hijo), y "mala" (hija). Pero la madre utiliza el mismo nombre (ramala), las hijas como los hijos tienen un término diferente para designar al padre ambos usan el mismo para la madre (bennetty zing), en el idioma rarámuri se usa la palabra Teweke para referirse a la niña y Towi para el niño. 






A los niños nunca se les regaña y desde pequeños les dejan la responsabilidad del cuidado de algunos animales o tierras y sobre todo decidían por ellos mismos. La mujer Tarahuana nunca expone su cuerpo después de los 6 años de edad; aún casada no se quita la ropa frente al marido y hace el amor vestida, la  reserva frente a las experiencias sexuales se rompe en las “tesquinadas”donde la joven entabla comunicación y contacto con la chica.

La filosofía rarámuri es primordial el respeto por las personas, los turistas también deben de ser respetuosos con ellos y sus tradiciones, valoran más las personas que las cosas. La sociedad en la cual habitan los tarahumaras impone la existencia de pequeñas familias, sus parcelas difícilmente mantienen más de cuatro o cinco miembros el "imberbe" a los catorce años ya es considerado un adulto por el resto.

Así el hogar tarahumara la unidad más persistente y definida  en su vida responde a las modalidades psicológicas y asegura las bases del matrimonio, cumple con la vital función social impidiendo uniones permanentes. Mantienen vivo el espíritu de sus abuelos pues hacen perdurara sus utensilios como metales, jicaras, moelcajotes, vasijas de barro, y bateas algunas duermen sobre tarima o sobre un cuero en el suelo.

Todas las construcciones son de piedra y lodo hay escasez de madera, las tapias de piedra las guarecen de los vientos y las lluvias y impiden la entrada a los animales, generalmente las casas tienen 2 habitaciones a veces la cocina es comedor, recamara, y sala, la única puerta la abren en el centro.


Los rarámuri tiene carencias de servicios de salubridad la mala alimentación les dan muchos problemas de salud tienen muchas enfermedades, dispsias, enteritis agudas, congestiones etc. 









Indumentaria, tradiciones, religion:                                   
En muchas comunidades el tarahumara ha adoptado la indumentaria occidental. Sin embargo, aún conserva la vestimenta tradicional, preferentemente, en el caso de los hombres, y siempre en las mujeres. Las blusas o camisas de colores brillantes, estampados, a veces floreados, son usadas por hombres y mujeres




 Las faldas en la mujeres son muy apreciadas y visten muchas a la vez una encima de la otra, le sirve de adorno y abrigo, los hombres visten un calzón llamado taragora, el ceñidor (cinturón), lo utilizan por un igual.

Otras peculiares de la indumentaria son también la "coyera" cinta para mantener el pelo en su lugar es la prenda más distintiva del pueblo rarámuri que la portan con orgullo hombres y mujeres. La obija es una prenda muy importante para los rarámuri está hecha de lana de sus propias ovejas les sirve  como abrigo y por la noche como cama solo la intercambian o apuestan en ocasiones importantes.



Practican la religión muy fervientemente pero sus creencias son al margen de la iglesia Richar Evans Schulter científico dice que este pueblo es digno de admiración pues preservan muchas de sus costumbres a pesar de las imposiciones de las iglesias europeas. Se  organizan en torno a los cantores (maynates); y rezadores, ancianos que ofician y conducen las ceremonias al ritmo de sus sonajas que hacen bules y con sus cantos guturales narran y describen la vida de los animales lobos, coyotes, mulas, y zopilotes, la mayor parte de las tradiciones son una apropiación de lo aprendido por los misioneros jesuitas




Matrimonio:

El matrimonio es monógamo, aunque hay casos frecuentes de poligamia. Los recién casados prefieren la residencia matrilocal. Se evita la unión entre hermanos y primos, pero en si no hay reglas para esos enlaces. Se acostumbra el matrimonio a prueba, por un año, durante el cual la muchacha se va a vivir con el joven. La mujer embarazada trabaja hasta el último momento. A punto de dar a luz, se retira a la montaña, hace un lecho de yerba junto a un árbol, y apoyada en él, pare, lava al niño y quema el cordón umbilical, el cual entierra.

Generalmente, los tarahumaras se casan muy jóvenes; antes de los 16 años. En las “tesgüinadas” -que son a la vez reuniones sociales y de carácter económico-, se conocen y se tratan todos los miembros de la comunidad. Allí se hacen los noviazgos con plena libertad de selección, aunque es frecuente que la mujer tome la iniciativa en las relaciones amorosas, cantándole, bailándole en frente y llamando la atención del muchacho, tirándole guijarros.





Celebrado selváticamente el 
matrimonio, al domingo siguiente los casa oficialmente el gobernador, ante la presencia de los demás miembros del grupo. Como se comprenderá, estos matrimonios son monogámicos y endogámicos -en lo primero influye la tradición, y en lo segundo, factores geográficos, la falta de comunicaciones, diferencias en cultura, idioma y economía.






Mezcla de religiones, danzas rituales, festividades:





Una danza rarámuri

Los tarahumaras tienen como Dios principal una fusión de Cristo con su dios, al cual denominan Onorúame, quien hizo al mundo y lo regula. Las concepciones religiosas incluyen el concepto del alma y el de su pérdida. El hombre está rodeado de seres malignos y benignos; el viento es bueno y el tornado es malo. Se han añadido a sus creencias los nombres de Jesús, María, Dios, infierno y pecado, el uso del rosario y del crucifijo y el santiguamiento.









Al llegar los misioneros a la sierra trataron de enseñar a los rarámuri ciertos pasajes evangélicos de la Semana Mayor, celebraciones que fueron de gran agrado para los indígenas. Actualmente en todas las partes donde hay un templo se siguen haciendo estas celebraciones siguiendo el mismo patrón que los misioneros les enseñaron. En estas fiestas colocan ramas de pino que marcarán el camino de las múltiples procesiones; aquí participan principalmente dos grupos: el de los fariseos (bandera blanca) y el de los soldados (bandera roja); ambos tienen capitanes que los dirigen, tenaches que cargan con las imágenes de los santos y los pascoleros que participan con la alegre danza del pascol, usando cascabeles alrededor de los tobillos bailan al son de los violines y flautas.







Las danzas que realizan los tarahumaras no son exactamente bailes sociales, sino ceremonias llenas de significado; son una plegaria en pantomima, cuidadosamente ejecutada, y jamás cambiada por la inventiva. Pocas ceremonias tienen la afinidad del actor y el espectador inherente en estas danzas, hilos de comprensión tejido en la tela de la vida de la tribu, motivación espiritual de costumbres y creencias. Para el observador curioso podrán parecer un retroceso raro, de fondo impresionante, e indumentaria artística, pero, esencialmente, entretenimiento. Mas, para ellos, significan mucho más, pues a través de sus danzas se desenvuelve su cultura y en ellas expresa sus esperanzas, sus temores, los tormentos de su alma, sus anhelos de vida mejor, y sus plegarias por felicidad y alegría. Bailan para agradecer bendiciones o para alejar los maleficios y para evitar las enfermedades, el sufrimiento y la tragedia.





A través de sus danzas se ponen en comunicación con Dios. Al son del ruido isócrono que producen sus sonajas, con unción religiosa, ejecutan el Tutugúri y el Yúmare, tan parecidos al mitote de los huicholes y tepecanos del Sur; las pascolas y la danza del peyote.

El baile Tutugúri, es deprecatorio y generalmente se ejecuta de noche, especialmente en época de cosechas. Lo bailan toda la noche, y al amanecer se comen las ofrendas que habían colocado al pie de las creces. Tanto este baile como en el Yúmare no se tocan el violín y la guitarra, sino nada más acompaña al canto del sacerdote la sonaja. Con excepción de la Semana Santa, los Matachines -baile de la época colonial-, se bailan en todas las fiestas al son de guitarra y violín.


Las danzas que realizan los tarahumaras no son exactamente bailes sociales, sino ceremonias llenas de significado; son una plegaria en pantomima, cuidadosamente ejecutada, y jamás cambiada por la inventiva. Pocas ceremonias tienen la afinidad del actor y el espectador inherente en estas danzas, hilos de comprensión tejido en la tela de la vida de la tribu, motivación espiritual de costumbres y creencias. Para el observador curioso podrán parecer un retroceso raro, de fondo impresionante, e indumentaria artística, pero, esencialmente, entretenimiento. Mas, para ellos, significan mucho más, pues a través de sus danzas se desenvuelve su cultura y en ellas expresa sus esperanzas, sus temores, los tormentos de su alma, sus anhelos de vida mejor, y sus plegarias por felicidad y alegría. Bailan para agradecer bendiciones o para alejar los maleficios y para evitar las enfermedades, el sufrimiento y la tragedia.





A través de sus danzas se ponen en comunicación con Dios. Al son del ruido isócrono que producen sus sonajas, con unción religiosa, ejecutan el Tutugúri y el Yúmare, tan parecidos al mitote de los huicholes y tepecanos del Sur; las pascolas y la danza del peyote.

El baile Tutugúri, es deprecatorio y generalmente se ejecuta de noche, especialmente en época de cosechas. Lo bailan toda la noche, y al amanecer se comen las ofrendas que habían colocado al pie de las creces. Tanto este baile como en el Yúmare no se tocan el violín y la guitarra, sino nada más acompaña al canto del sacerdote la sonaja. Con excepción de la Semana Santa, los Matachines -baile de la época colonial-, se bailan en todas las fiestas al son de guitarra y violín






Las danzas que realizan los tarahumaras no son exactamente bailes sociales, sino ceremonias llenas de significado; son una plegaria en pantomima, cuidadosamente ejecutada, y jamás cambiada por la inventiva. Pocas ceremonias tienen la afinidad del actor y el espectador inherente en estas danzas, hilos de comprensión tejido en la tela de la vida de la tribu, motivación espiritual de costumbres y creencias. Para el observador curioso podrán parecer un retroceso raro, de fondo impresionante, e indumentaria artística, pero, esencialmente, entretenimiento. Mas, para ellos, significan mucho más, pues a través de sus danzas se desenvuelve su cultura y en ellas expresa sus esperanzas, sus temores, los tormentos de su alma, sus anhelos de vida mejor, y sus plegarias por felicidad y alegría. Bailan para agradecer bendiciones o para alejar los maleficios y para evitar las enfermedades, el sufrimiento y la tragedia.

A través de sus danzas se ponen en comunicación con Dios. Al son del ruido isócrono que producen sus sonajas, con unción religiosa, ejecutan el Tutugúri y el Yúmare, tan parecidos al mitote de los huicholes y tepecanos del Sur; las pascolas y la danza del peyote.

El baile Tutugúri, es deprecatorio y generalmente se ejecuta de noche, especialmente en época de cosechas. Lo bailan toda la noche, y al amanecer se comen las ofrendas que habían colocado al pie de las creces. Tanto este baile como en el Yúmare no se tocan el violín y la guitarra, sino nada más acompaña al canto del sacerdote la sonaja. Con excepción de la Semana Santa, los Matachines -baile de la época colonial-, se bailan en todas las fiestas al son de guitarra y violín.











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